En Córdoba se percibe como la luz roza las aguas del Guadalquivir, fluye con ellas con un suave oleaje y levanta el vuelo con las palomas ribereñas hacia el centro de la ciudad. ¡Córdoba! No basta mirarla, hay que abrir bien los ojos y detenerse.
Teñida de otoño La Mezquita encierra en su interior un bosque de columnas que como una caja de resonancia suena, no como un instrumento de cuerdas, sino, de percusión, pasos y ecos envolventes, arpas de pies y manos que acarician el espacio de tenue luz, juegos de arcos como espejos. Jardín cerrado.
En silencio la mirada se hace imagen.
Córdoba. Caos de calles encaladas, laberintos de luz donde al perderse siempre encuentras una voz indicativa, rebosante de alegría, amiga y gentil que orienta e instruye. Fiesta la de sus patios con rumor de fuentes, follaje de fantasía y un azul lejano, alguna vez con nubes, por techo.
Los pasados días 9, 10 y 11 de octubre se celebró la 17 Exposición Internacional de la Acuarela organizado por la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía y magníficamente dirigido por su presidente Elías Cañas. Ciento cincuenta artistas de toda Europa decorando las paredes de la Casa de Góngora. Casa ahora inundada por el agua de las acuarelas. El murmullo de la fuente de su patio central engarza el suceder del tiempo y su compás, con el color hecho agua y fijo en papel por las más diversas miradas: Islandia, Polonia, Estonia, Suecia, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Portugal y España. La humildad del color al servicio multinacional.
El centro de Córdoba se convierte para el que la visita en un extraño provocador. Te obliga a caminar a la deriva, te excita y arrastra por su luz. Sus plazas, iglesias, patios y fuentes contagian su misterio e historia.
En la plaza de La corredera, cuesta no pensar en los mosaicos romanos tan pisados en su historia. Ahora se pueden admirar en el Alcázar de los Reyes Cristianos protegidos y bien cuidados a Psique y Cupido y Polifemo y Galatea. Estos últimos tan enamorados. Precisamente estas figuras mitológicas inspiraron a Don Luis De Góngora los poemas más puros del barroco.
La Mezquita, aljama de Córdoba, comenzó su historia con Abderraman I en el año 785, creciendo poco a poco como un bosque de oración. Sientes en su interior alojarte en un jardín místico. Sin apenas luz, percibes con facilidad los huecos, dudas, atisbos y aciertos escondidos, pero vivos, en el interior del ser.
Este 17 Simposio Internacional de Acuarelistas también ha sido un encuentro de ámbitos compartidos. La pintura ha vivido de 150 maneras distintas por las calles de Córdoba. Se ha reflejado tanto sus cielos dulces como sus grises tenebrosos. El viernes, día 10, visitamos Priego de Córdoba, pueblo pionero en su apuesta cultural por la acuarela, más de 30 años defendiéndola y difundiéndola por su ayuntamiento con cursos especializados. También sus rincones fueron pintados. A pesar de la tenue lluvia, las manos hábiles con los pinceles jugaron al gato y ratón con los colores, dando forma con el agua, al agua inesperada. Las manos abiertas también se juntaron con alegría durante la comunal comida, más fraternal que alimenticia. Fraternal por los afectos y coral por sus cantos. Sabiamente orquestados por el presidente de los acuarelistas andaluces, Elías Cañas, se escucharon sintonías italianas, fidlandesas, españolas, suecas…
El sábado pintamos de nuevo Córdoba como preámbulo a una cena de despedida.
La acuarela nos une, pero la tradición de esta técnica no debe confundirse con la acuarela tradicional. Ésta debe avanzar irremediablemente por nuevos caminos, debe recorrer sendas llenas de juego e investigación. La acuarela, ahora más que nunca es una apuesta técnica que reclama su lugar en la modernidad.
Todos recordaremos la cena de gala por ser una cena con regalo. Cena de paraguas y lluvia entre platos. El Círculo de la Amistad de Córdoba nos brindó su patio cubierto como lugar de encuentro y despedida. Es un edificio espacioso, bello y la presencia de enormes murales de Julio Romero de Torres realizados en 1905, óleos de luz clara y luminosa muy extraño en él, te hacía sentir en las salas de un museo.
Cena de gala y lluvia. Ésta fue tan intensa, que pareció advertirnos que ella, presente en el alma de los pintores, también quería estar en el ámbito de la sala, ser la esencia de la velada. Filtrada y pura penetró, no sé como, en el patio restaurante.
El año que viene, 2015, vuelve la acuarela a nuestro entorno. LLança será la sede de la 18 Exposición Internacional de la Acuarela y allí se celebrarán los 150 años de la AGRUPACIÓ AQUAREL-LISTES DE CATALUNYA . Lo escribo con mayúsculas porque 150 años es un hecho histórico. ¡Qué grande es la acuarela! Durante este año y hasta el momento de la cita, del 15 al 20 de septiembre, juro celebrar estos 150 años con 150 sorbos de buen cava. ¡FELICIDADES!
Hola Pascual, me acuerdo de vosotros, lo pasamos muy bien, incluso cenando bajo la lluvía¡¡¡
Un abrazo para los dos.
Iré el día 22 a la Junta de la Agrupación.
Pascual, te iba a decir que escribes todavía mejor de lo que pintas pero sería desmerecer tu obra plástica.
Me gusta tu blog, a ver si entro más veces.
Saludos.
Pedro J. Rubio
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