El día 19 de enero de 2016 la Asociación de Acuarelistas de Teruel inauguró una nueva exposición en la Residencia Internado Santa Emerenciana de nuestra ciudad. Como acto de apertura pinté una acuarela rápida de 65 x 90 cm ante el público asistente y los alumnos residentes. En esta ocasión el tema seleccionado para ilustrar fue un sugerente relato corto de la joven periodista turolense Cristina Armunia, presente en la muestra y que tras su lectura comentó la futura publicación de sus cuentos. El relato se titula «La fuerza de Destino»:
LA FUERZA DE DESTINO
Destino se sabía diferente desde el día que nació. A su paso los árboles de troncos más gruesos se resquebrajaban, los pájaros huían, las personas se desmayaban y los niños rompían a llorar. Destino se horrorizaba cada vez que tenía que salir de su habitación. Sus padres procuraban estar lo más lejos posible de él y le recomendaron ejercitar su cuerpo priviligiado, como tallado en dura roca, y se hiciera campeón del mundo de boxeo, así Destino podría hacerse rico. Mató a tres contrincantes; nadie quiso volver a pelear contra él. Destino era un salvaje de alma sensible. El primer ministro de su país lo nombró guardia personal, Destino sin querer hirió a dos hijas del gobernante y fue encarcelado. En la celda supo que ese era su final, el mundo no estaba preparado para una persona como él. Ideó un mecanismo con el somier de su catre y se golpeó fuertemente en la cabeza hasta caer fulminado. Los golpes destruyeron los cimientos de la cárcel, provocaron socavones por todas las calzadas del país, la sangre de Destino recorrió durante días todos los ríos del planeta. El mundo se quedó sin Destino.
Este relato lleno de sutil humor dibuja a un personaje cuya virtud es a su vez su sombra, marcándole una existencia trágica. Este personaje con tintes de arquetipo se siente único, distinto y solitario. Lo cómico del texto arrastra más a la risa que al llanto. Cristina Armunia dosifica con magia ese difícil equilibrio. Toda lectura provoca reflexiones y comentarios, y este sano humor en carne viva que nos propone Cristina sugiere algún que otro pensamiento.
El primero es que solemos conceder, en general, tanta importancia a nuestras diferencias individuales que somos incapaces de sentir que en lo fundamental somos todos iguales.
El segundo pensamiento es que todos sufrimos y todos buscamos una manera de salir del sufrimiento, igual que Destino. Al sentir dolor nos perdemos en nuestra burbuja de sufrimiento individual, desconectándonos de la vida, aislándonos en y con nuestra desdicha. En ese estado, lo más habitual es no saber descubrir la verdad impersonal de la existencia que nos define, no sabemos ver que lo personal y lo impersonal son uno.
Una tercera reflexión que sugiere el relato es que a Destino le pasa lo que a todos. Cuando él mira su interior con intensidad nunca lo ve. Mientras un paisaje puede ser visto, el interior de cada uno solo puede ser interpretado. Todos nos emocionamos al contemplar un atardecer o al ver mecerse los árboles por el viento o percibir el aroma de la hierba tras la lluvia; ahora bien, el problema se nos plantea cuando intentamos comprender el ser. Nuestro interior solo podemos estudiarlo como un sentimiento a merced de la interpretación: tú, yo, todos podemos estar equivocados al tratar de evaluarnos mutuamente. Es necesario una gran dosis de sinceridad. En la interpretación del mundo interior se puede dar la mentira.
En la lectura de «La fuerza de Destino» se percibe que su interior, su inconsciente, sus sombras, son la suma de todas sus interpretaciones equivocadas del pasado traídas al presente. Para ese «salvaje de alma sensible» que posiblemente representa a todos, es básica una interpretación sincera e intuir una clarificación de significados.
Doy gracias a Cristina Armunia por provocar con este mínimo relato una aventura lingüística, un diálogo que transparenta el proceso de transcribir nuestra percepción de la realidad, un diálogo que provoca resonancias de otras lecturas y fertiliza la memoria. A este cuento trágico y desesperado mi memoria lo ha trenzado con un poema de Rafael Alberti de su libro «Fustigada luz», publicado en 1980:
Despedazado el ser, despedazada
el alma de los seres que nacieron
sólo para la luz.
[…] Acuarela y literatura. El pasado 19 de enero el pintor Pascual Berniz dio vida de color al protagonista de un microrrelato que escribí hace un tiempo titulado La fuerza de Destino (‘La fuerza del destino’ es una canción de Mecano, otra historia). Aquí dejo algunas fotos del evento y la crónica que el propio Berniz ha escrito para la ocasión. […]
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